jueves, 2 de julio de 2009

La Propuesta

Un saludo a todos. Esto de escribir un blog está bien, como también lo está el hecho de criticar a gobierno, oposición y demás parafernalia política, o incluso analizar cómo está el mundo. Es positivo porque nos ayuda a depertarnos un poco y a ser más conscientes de nuestro entorno, que ya no es nuestro particular barrio sino que ha alcanzado dimensiones extraordinarias.

Pero con esto no cambiamos nada, o casi nada.

Es necesario actuar.

¿Y qué podemos hacer? Pues la verdad es que sí se pueden hacer cosas, creo yo.
  • Lo primero es sentir la necesidad de que esta situación es insostenible: unos pocos manejan a su antojo los hilos políticos y económicos, las personas no pintamos nada, se hacen políticas para favorecer al más rico, miles de personas mueren de hambre al día, que el dinero se despilfarra en armamento ...
  • Lo segundo es sentir la necesidad de cambio: esto no puede seguir así. Va muy vinculado al punto anterior. Y por cierto, sin sentir esa necesidad no habrá transformación posible.
  • Lo siguiente es comunicarlo a las personas que conocemos, intercambiar información y estados de ánimo, pero no podemos ni debemos quedarnos en la queja. Vale, estamos indignados ¡pero hay que hacer algo!
  • El paso próximo es organizarse en grupos: en la propia familia, en el trabajo, en el templo, en el sindicato (se han burocratizado y han perdido el espíritu), etc.
  • Lo siguiente es contactar con gente y otros grupos en sintonía con el cambio, ampliar el área de influencia, e ir más allá de nuestro ámbito cotidiano.
  • Después hay que producir efectos demostración, que el poder sepa que otras cosas que no controla funcionan: redes económicas de intercambio, medios de comunicación alternativos, nuevos colectivos de apoyo laboral y vecinal, etc.
  • Más adelente podremos crear frentes de acción política. Tenemos que tomar el poder para producir transformaciones sociales, pero no el poder electoral, sino el real: controlar los medios de producción y financiación del país, aquí y en otros lugares del mundo. Y no perder el espírutu de lucha tal y como han hecho los sindicatos mayoritarios y los partidos mal llamados "de izquierdas".
  • Con el poder real en nuestras manos será más fácil producir los cambios, pero nunca van a renunciar a su influencia las fuerzas retrógradas. Al enemigo, ni agua.
¿Complicado? Nadie dijo que fuera fácil. Ahora bien, merece la pena. Te invito a que nos organicemos desde ya. Un saludo.

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