- Por coherencia, dignidad, solidaridad e indignación.
- Para no perder más y defender lo que hemos ganado en décadas.
- Por evitar el recorte social más grave de nuestra democracia.
- Por actuar colectivamente y dar una respuesta contundente.
- Y sobre todo, porque no me podría mirar a la cara si no la hiciera. Esta es la razón fundamental. Las cuatro anteriores son del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza (STE), que comparto plenamente.
Estoy viendo las noticias, tanto en el canal 24 horas de TVE como en CNN+ y los políticos europeos piden a España más recortes. Si lo propuesto por el Pusilánime de Moncloa, alias ZP, es ya una salvajada aparte de ir en la dirección equivocada, ¿qué quiere esta gentuza neoliberal de Bruselas? ¿Qué nos espera ahora? Hay que pararles las patas y hay que hacerlo en seco.
Los beneficios sociales de los que gozamos ahora han costado vidas, es preciso recordarlo. Los de arriba nunca han regalado nada, ha habido que luchar por todo, y no permitiremos que un gobierno neoliberal del PSOE (Partido Sumiso a Oligarcas y Especuladores) nos lo quite de un plumazo.
Preveo que la reforma laboral será una vuelta de tuerca neoliberal, que atacará gravemente a la clase obrera y espero de los sindicatos una respuesta contundente, una huelga general.
Os invito a ver un interesantísmo vídeo obtenido en la web de la Asociación por Tasación de las Transacciones y por la Ayuda a los Ciudadanos, más conocida como attac.
A los que defienden las tesis neoliberales y la reducción del déficit público, les invito a que se lean el artículo En defensa del déficit público, de James Kenneth Galbraith, economista e hijo de John Kenneth Galbraith, uno de los arquitectos del New Deal de Roosevelt que saco a los EE. UU. de la gran depresión de los años 30. Como muestra, les dejo este botón:
"Ésas son, también, las persona a las que les encanta la vieja cantinela de que la Seguridad Social está en “bancarrota” o aquella otra de que la “pesada carga” del déficit público “la terminarán pagando nuestros nietos” o decir que “estamos endeudados hasta las orejas”. Todas esas idioteces no son más que parte de una de las mayores campañas de desinformación de todos los tiempos."
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